miércoles, enero 11, 2006

Pá fuera tó lo malo!

¿Cómo seguir siendo una soñadora y no morir de la desilusión?

Ese sería el título que le pondría a mi libro. Un libro sobre mi vida, desde el anonimato. A modo de terapia. A modo de ayuda a los que se sientes solos y mal consigo mismos, hay alguien aquí en este mundo que le pasa a menudo. Vivo en una gran montaña rusa, con muchísimos altibajos, y lo peor de todo, es que tengo vértigo. De pronyo estoy genial, dando consejos a quienes me lo piden, dicharachera, algo optimista, llegas tú y me hundes en mi miseria. Me he puesto a dieta, no lo hago por tí sino por mí. Tampoco es dieta estricta, simplemente voy a intentar hacer las comidas que debo, comer más sano, lo que se dice aprender a comer bien. Me ridiculizas y no sé si ya lo que veo frente al espejo es verdad o no. Me miro y no me veo mal. Ya no. Esos tiempos ya pasaron y no quiero que vuelvan. Pero tú sigues ahí, pinchándome. Se supone que me quieres y me haces daño, ¿cómo va esto? "Sólo era una broma". Pero con tus bromas me recuerdas lo mal que lo pasé, cómo me cambió el carácter y cómo dejé de querer el mundo. Tus palabras me hieren, se clavan comos espinitas en mi corazón, hace que sangre recuerdos. Y me veo ahí, expulsando mis entrañas. No. Se acabó. No voy a dejar que me aplastes. Prefiero ser borde contigo y que pienses que voy de dura antes de que me pisotees, aunque "todo sea una broma".

Sigo de exámenes, me quedan dos por hacer para terminar de rendir el primer cuatrimestre. Tengo ganas de acabar ya, de tener el título en la mano, aunque no me sirva de mucho, al menos de momento. Lo que no voy a permitirme esta vez es sentirme mal por aprobar, "porque otros lo hicieron mejor", y excusarme de mis éxitos sólo porque otros suspendan o porque digan que mi carrera es más fácil. Se acabó el sentirme mal por mis pequeños triunfos por culpa de otros. A mí nadie me regala nada y esto es el camino de mi futuro. Poco a poco. Paso a paso.

Quiero seguir siendo una soñadora y no morir de la desilusión. Quiero volar y vencer mi vértigo. Quiero alegrarme de mis logros, por pequeños que sean: eso es mi vida, si no estoy contenta por mi vida, ¿de qué sirve?.

Me doy cuenta de mis errores pero ¡es tan difícil continuar!

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