miércoles, diciembre 08, 2004

Descubriendome

Llevo 3 días en casa que se están haciendo insoportables, todas las bronquillas me las llevo yo y no puedo más. Me siento como Malcolm que no puede decir lo que piensa porque sabe que si lo suelta, será peor. Simplemente digo lo que pienso y hago partícipe al resto de mi familia de lo que creo sentir, pero no, eso no vale, porque la conclusión que sacan es que soy una imbécil y niña malcriada. Y estoy hasta los cojones de esta casa, creo que todos los ideales se han tirado por la ventana y ahora más que nunca me hacen sentir vulnerable y realmente me entristece enormemente que piensen de ese modo de mí. Ya no sé ni qué siento. Y ahora que sé que hay gente que lee el blog no me apetece a echar pestes aquí y me como la cabeza pensando si hago bien en mantenerlo y escribir o debería dejarlo que se muriese en el ciberespacio digital (BO!?) y seguir con mis ralladas en mi copy. Empecé escribiendo en el copy al igual que en el blog con la intención de ordenar mis ideas, escribir siempre me ha ayudado, con el propósito de mejorar como persona y con la cosilla de que algún día, conociendome un poquito más, me pudiese querer más de lo que me quiero ahora. Porque siempre me he infravalorado y me siento una mierda. Pero ya no hago más estupideces y mi solución ya no es la que era (aún me cuesta escribirlo, no puedo...me apena demasiado). Me encantaría irme un poco a la mierda (como Ricardo Darín en El Hijo de la Novia), lo que realmente quiero ahora es desaparecer. Desaparecer para no ver las injusticias del mundo, para no sentir miedo, para no sentir angustia, para no llorar, para no hacer daño a nadie...desaparecer para no volver nunca jamás. Porque siento que me estoy perdiendo, que de hecho, ya me he perdido, y que ya no siento. No sé qué siento y eso es lo peor que podía sentir. Me espachurran con palabras y sólo me salen lágrimas. Sólo sé que no quiero que entres en mi vida, no quiero quererte, ni abrazarte, ni ilusionarme, ni encariñarme de ti, no quiero que me prestes tanta atención, ni que seas bueno conmigo. No me lo merezco. Acabaré por dar saltos encima de tu corazón y después de unos cuatro años, te diré que he cambiado y que quiero que seas mi amigo. Soy muy injusta cuando reduzco el alma de los demás al mismo nivel que la mía. No quiero que seas la consecuencia de mis experiencias, no quiero que me descubras en mi farsa ni en mi mundo. Quiero seguir pareciendo un bloque de hielo, dura, fría. Para nada quiero parecer sensible ni cariñosa. Quiero irme para no sufrir y no hacer sufrir a los demás. Marcharme para no sentirme sola y desgraciada cuando todos os hayais ido y habreis hecho vuestra vida. No quiero que sintais lástima ni pena por mí. Tampoco quiero que te vayas de mi vida auqnuee te lo esté pidiendo. Quiero saber qué quiero y no parecer siempre una contradicción. Quiero que me vean como alguien que tiene las ideas claras y quiero que algún día, Jandro se sienta orgulloso de mí, para nada quiero que piense que tiene una madre inestable y desequilibrada. Quiero ser especial para alguien y que me den abrazos sin yo pedirlos. Quiero seguir recibiendo mensajitos de cariño de mis sis, aunque yo no los reniegue. Quizás, quiero querer y creo que no puedo o no debo. Quiero saber qué siento para no hacer daño a nadie.

| ""