sábado, octubre 23, 2004

Susan

Hace un mes, más o menos,iba caminando por la calle y me encontré a un amigo. Después de los quétales y del cómoestátufamilia, me presentó a su acompañante: era una chica bonica y atractiva y pensé que era su novia, pero me la presentó como su amiga Susan. Serían las 8 de la tarde y ya empezaba a anochecer, así que como seguíamos con ganas de hablar, nos fuimos los tres a tomar café a un bar. Todo bien, el que más hablaba era mi amigo que se ve tenía muchas cosas que contar después de varios años sin vernos ni llamarnos. De vez en cuando decía alguna bobada y Susan sonreía mientras que yo me reía a carcajada limpia. Mi amigo tiene un humor muy peculiar. Ese tarde me lo pasé muy bien y después de decir "tenemos que quedar", cada uno desapareció a sus respectivas casas. Pués bien, hace un par de días cuando salía del metro, notaba que alguien me miraba y yo ante estas situaciones me siento más débil y muy incómoda...y en eso noté una mano sobre mi espalda mientras esa persona decía con un hilito de voz mi nombre. Era Susan! Nos dimos dos besos y decidimos ir a un bar a tomar algo. Susan pidió una batido de manzana y yo pedí un zumo de melocotón. No sé por qué, quizás porque le daba confianza, me contó la historia de su vida y no se le veía incómoda hablando de ello, al revés, se la veía segura y con un humor tan parecido de peculiar que el de nuestro amigo en común. Yo ese día estaba un poco plof, tenía los ánimos por los suelos, había discutido con mis padres y con mi hermano el mayor, se me había olvidado ir a recoger uns fotos que dejé para revelar y me encontraba super depre. Susan me alegró la tarde. Me contó que su vida era de novela cómica, que de tan triste que era, resultaba graciosa. Que necesitaba hablar con alguien y que menos mal que me había encontrado a mí. Venía de comer con su padre que había reunido a todos sus hijos (de la mujer que fuese...) y es que su padre quería presentarles a lo que será en breve su cuarta mujer, una chica que tiene 4 años más que Susan y de la que no consiente que nadie le llamé mamá. Susan se quedó parada y sijo en un suspiro: "lo que me faltaba! ahora querrá quitarme la ropa del armario!". Y sonrió. Me encanta como sonríe, transmite paz y le dije que me encataba su sonrisa. Ella soltó: "he llorado tanto durante toda mi vida que pensé que se iban a acabar las lágrimas, así que, aprendí a sonreir". Me dijo que estaba enamorada de un hermanastro suyo (de la segunda mujer,creo) pero que su amor imposible, yo me puse en plan filosófico y le solté un charla que duraría unos minutos. Susan sonreía. Me dejó acabar y cuando terminé me dijo: "Juan es gay". Me derrumbó porque pensaba que por una vez podría animar a alguien a hacer algo pero no fue así. Y tras un sinfín de cosas, acabamos las dos riendonos en aquel bar donde el dueño nos miraba mal para echarnos (llevábamos unas 3 horas allí y sólo habíamos consumido un par de batidos y un par de zumos! jaja). Ya tengo ganas de que llegue el domingo a las 20.15 y estar en la boca del metro esperándola...a ver con que me sorprende esta vez!

No sé, pero me da la sensación de que Haushinka tiene otra amiga, al menos una confidente.

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