Sábado sabadete
Son las ocho de la tarde y estoy un poco borracha... me encuentro aquí sentada en el banco del andén 1 de metro al lado de un muchacho que no me quita el ojo de encima. ¿Será por mi música? ¿Será por mi ropa? ¿O porque voy borracha? La verdad es que no tengo ninguna necesidad de saberlo, no quiero saberlo. Me duele la tripa. Aguanta un poco, sólo quedan 2 minutos. Estoy mareada. Pero...si no he bebido tanto... ¿qué me han echado en mi vaso? Y ahora tengo que llegar a casa y terminar de preparar la maleta y todo con el sopor que tengo. 1 minuto. Primero me paso por casa de BFF para ultimar detalles. Eso si llego, me digo. No te sonrías, ahora parecerás una loca. Metro haciendo su entrada en la estación. Acabo de decidir que cuando termine con los quehaceres, me bajo otra vez a la comunilla, aunque no sé si será buena idea, igual cuando llegue estan todas con la risa tonta por la cachimba y yo con cara de ¿de qué me he perdido?. Una de la situaciones que más me enrabietan es el que los demás estén con la chispa y no me entere de las bromas. ¿Dónde se ha quedado mi humor facilón? Igual se quedó en el water la última vez que acudí a él. Bueno, ya estoy en casa. En 20 minutos todo hecho. Soy una machine. Lo mejor de todo es que mañana me voy de viaje, tengo unas ganitas. Achis! Ahora estornudo...lo que me faltaba. Estas son mis vacaciones y las paso como me de la gana, que me lo he ganado! :)! (Aunque echo de menos a mis niñitos... y no lloré por ellos...¿qué me pasa?)
Roma nos espera!!
:-)!
