¿Dónde dejé la cordura?
Y después de todo, parece que fue un sueño. ¿Dónde dejé la cordura? Igual me la dejé en aquel banco de Navona. Y ahora sueño que cada mensaje que recibo en mi móvil sea tuyo y que esté en tu pensamiento igual que tú lo estás en el mío. Añoro tus abrazos. Al igual que tu olor y tu tacto. ¿Qué me está pasando? Y siento eso en el estómago cuando pienso en nuestros momentos..yo, que tanto he huído de esos sentimientos. Me doy de bruces con la realidad: tantos kilómetros de por medio, Castilla que nos separa y dolorcito de mi corazón que no quiero. Cruel y dulce realidad.