lunes, marzo 13, 2006

Como un imán

Me atraes tanto como el Martini seco que está en mi mano, me atraes tanto que te desnudo de vez en cuando con la mirada y quiero estar tan cerca de ti que sería intolerable... quisiera tanto estar contigo como decir que no me has ganado, que sigo siendo la solitaria, la fuerte, la no enamorada... la dura, la rebelde, la borde. Y todo esto es lo que te gusta de mí, mis aires, mis formas y mi apariencia. Te pongo, o eso chuleas en la barra del bar con otros hombretones. Sigo siendo yo, pero una parte de mí ya la he perdido, está en ti y me da vértigo... mi amiga empieza a comerme la oreja con sus formalismos: es un buen chico, es majete, se nota que le gustas, tiene un buen empleo... casi ya me veo casada contigo pero pensando en el gran amor de mi vida que nunca tuve la oportunidad de conocer... y vuelvo de sus pensamientos para estar en los míos y pienso que estoy aquí, apoyada en la pared de este pub, y sigo sola sin hacer nada, en cuanto tú llegas, yo me voy... lo peor es que sé que luego te recordaré entre mis sábanas.

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