jueves, octubre 13, 2005

Gota a gota

Me desperté en mitad de la noche y me tapé con el edredón hasta los ojos, el frío se me había metido hasta los huesos. Temblaba ligeramente y me di cuenta de que en la calle, llovía a cántaros. Odio el ruido que hace la lluvia cuando golpea el poyete de la ventana. Miré al techo, y se me escapó un lágrima. Me di la vuleta, abracé el almohadón y me sentí un poco menos sola, pero no cesaron las lágrimas.

Esta mañana, al despertar, me metí bajo la ducha de agua tibia, y mis lágrimas se confundía con el chorro de agua que empapaba mi cuerpo. Llorar en silencio. Sin que nadie se de cuenta. No por una rabieta, ni por una discusión. Es por algo más profundo y sin explicación.

Me siento mal y no sé por qué. O sí, pero no quiero/puedo/sé reconocerlo.

| ""