lunes, mayo 09, 2005

Cansada de nadar

Salía del autobús cuando me di cuenta de que me había perdido. Síp, en verdad yo andaba por esas calles y es verdad que iba rodeada de gente, pero no me sentía, sólo me veía a kilómetros de ahí pensando en otras cosas y con otra gente.

No es que me moleste pagar el autobús para todos sino que esta situación se ha ido de las manos. No entiendo por qué quieres que tu vida sea así cuando no te iba mal antes. No sé, no te entiendo. Y no me digas que debería estar en una situación como la tuya porque ya lo he estado y corte por lo sano. No quería estar con una persona a la distancia y el destino nos ha vuelto a unir. Es diferente, lo sé. Pero no hagas que lo entienda porque no me entra en la cabeza.

Por otro lado no sé por qué Junior me miraba así. Así como si nada. Más bien como nada que como así. Quizás mi ilusión porque me mirases así hizo que mirases como si nada. Al menos tengo claro de que me alegra de habrrte conocido. Aunque la próxima vez que nos veamos ni me recuerdes. Aunque quién sabe...aunque qué más da.

Y mientras tanto, tuve que esperar a un lado de la acera para que pasara una manifestación de niños pijos vestidos de rojo y negro supuestamente anarquistas pero vestiditos todos ellos de El Corte Inglés. Me quedé perpleja, no sé si por lo que estaba viendo, si por la piedra que tiraron al lado del escaparate o por ambas. No sé, un cúmulo de factores que diría mi MH.

A todo esto, intentando sonreir todos estos días y con una responsabilidad que no sé si me corresponde pero que hace ya muchso años que me colguén en mis hombros y ahora ya no hay Dios, ni santo ni ná que me lo quite de encima. Aunque lo peor es que siempre se está a gusto quejándose de ello. Pero es que por otra parte Lichi es un solete y me encanta estar con él. En fin...qué de indecisiones en un momento.

Bueno, para dejar las cosas más claras diré que los dos primeros días me fui a Murcia y el resto a Alicante. Nada de playa. Nada de cariocas. Nada de caprichos. Pocas alegrías. Muchas frustraciones. Muchos deseos rotos. Muchas esperanzas quebradas. Muchos besos. Pocos abrazos pero con ganas. Demasiadas risas falsas. Alguna conversación que mereciera la pena. Alguna que otra discusión con mi hermano...

Estoy un poquito cansada de nadar ya. De un momento a otro veo que me da un jari y me quedo en el sitio y nadie va a hacerme el boca a boca para salvarme.

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